Aspectos económicos
El carácter y paisaje agroganadero del concejo, así como el modo de vida de sus habitantes, se vio transformado a finales del siglo XIX con la llegada de la industrialización a Llanera.
Sector primario. El concejo es un contraste en el que coexisten estructuras industriales con áreas rurales. Gran parte del terreno está dedicado a pastos, mayoritariamente bovinos, aunque no es menos importante el número de cabezas de ganado equino, ovino, caprino y porcino, sin olvidar una importante presencia de aves. La agricultura se limita a pocos y escasos cultivos, entre los que destacan, por orden de importancia, los forrajes, los árboles frutales, las patatas, la faba, el maíz, y las hortalizas.
Del peso que antaño tenía la actividad agroganadera en el concejo, el sector primario ha pasado a ser un sector en declive, lo que implica una reducción en el empleo ligado a este sector.
Aunque este sector intenta resistir renovándose y apostando tímidamente, como una alternativa all futuro, por la producción ecológica en agricultura y ganadería. Un ejemplo de esta apuesta es la Feria Agroalimentaria de Poductos ecológicos de Asturias (FAPEA), que comenzó a desarrollarse en 2001.
Otra de las actividades del sector primario es la explotación forestal. Dedicando gran parte de la superficie agraria del municipio a especies como el eucalipto con fines comerciales.
Sector secundario. Los primeros cambios se produejron en la actividad minera en Ferroñes (cobre y hierro), Arlós (barita), Ables (carbón), Pruvia (hierro), Villabona (carbón y esparto fluor); y posteriormente, la actividad industrial: Cerámicas Guisasola, Fábrica de Explosivos de Cayés, y ya a mediados del siglo XX los polígonos de Silvota y Asipo.
El desarrollo de la minería del carbón fue muy importante, debido al trazado de la línea de ferrocarril León-Gijón, que con la creación de su estación, convirtió a Villabona, aldea con seis caserías y un palacio, en un importante núcleo de población a finales del siglo XIX y más aún con la apertura en 1890 del raman hacia San Juan de Nieva. Pero en 1966 finaliza la producción minera con el cierre de Minas de Villabona, que desde 1935 estaba en manos de la familia Figaredo. Hasta 1979 la Mina Arlós, de espato fluor a cielo abierto, mantuvo su actividad.
A mediados del XIX se crea la Tejería Mecánica en Cayés, a cargo de Wenceslao Guisasola Larosa, para producir los ladrillos del túnel ferroviario de Villabona y, posteriormente, los de Pajares. A principios del XX pasan a llamarse Cerámicas Guisasola S.A, popularmente conocida como La Estufa. A poca distancia de ésta, abre en 1898 la fábrica de explosivos de cayés, a la par que la de Santa Bárbara de Lugones y mantienen su actividad hasta principios de los años 70 del siglo XX.
Con el cierre de La Estufa, en 1979, y de la Fábrica de Explosivos en 1972, Llanera se ve sumida en una grave crisis económica, que consigue salvar gracias a su situación estratégica junto a las vías más importantes de comunicación de Asturias, tanto por carretera como por ferrocarril, convirtiéndose así en sede de pequeñas industrias y como centro de servicios con la implantación, a partir de los 60, de polígonos como Silvota 8iniciativa pública) y ASIPO (iniciativa privada de la Asociación Sindical de Industriales de la Provincia de Oviedo).
Sector terciario. Al contrario que el sector primario, el sector servicios, ha experimentado un crecimiento muy acusado en el concejo, especialmente desde finales de los años sesenta del siglo XX hasta el momento actual, proclamándose así como el sector más importante de la economía de Llanera. Su actividad se concentra en los núcleos más urbanizados del concejo, Posada y Lugo.